“…Ante millones de estrellas que brillan en el firmamento, los magos descubren la de Jesús. Ante los miles de estrellas que llaman la atención en nuestro mundo, nosotros tenemos que descubrir la de Cristo. Si no estamos atentos, nos equivocaremos y elegiremos la que no es.
Todo hombre tiene la obligación de dejarse iluminar por su estrella, pero también de ser guía para los demás. No se trata de “convertir” a nadie. Nuestra obligación es hacer ver a los demás la bondad de Dios, manifestando con nuestra vida su cercanía. Hacemos presente lo que es Dios, siempre que salimos de nosotros mismos y vamos en ayuda de los demás.
No debemos presentarnos como poseedores de la verdad, sino como compañeros en la búsqueda. El verdadero creyente será siempre un buscador de la verdad, no un guardián. Fíjense lo que tiene que cambiar la actitud de los cristianos, sobre todo de sus dirigentes. Que la actitud de los reyes magos nos ayude también a descubrir la presencia del Dios Vivo entre nosotras y nosotros”. Amén
Fray Marcos– (San Sebastián, España)
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